De algunos años para acá, retomé tocar la guitarra. Me centré en su momento a aprender las canciones que me gustaban y estar en mi cuarto tocándolas sin parar, frustrado por cualquier error que escuchara. Eso pensé que era hasta donde podía llegar musicalmente, y lo tomaba como una distracción de la programación, mi carrera normal.
Nunca fui particularmente alguien de la «escena» en la ciudad que me tocara estar, por lo que siempre pensé que hacer música era algo que no estaba en mí, a pesar de que reconocía inmediatamente lo absurdo que se escuchaba eso.
Al no encontrar a nadie con quien compartir esta inquietud, decidí aprender poco a poco de varias cosas. Mi pensamiento absurdo seguía: «Si quiero hacer música, debo saber x, y, z…». Lo primero fue perder el miedo a cantar, lo segundo era no sentir una pena ajena multidimensional al escuchar mi voz y lo tercero fue comprender que las primeras dos nunca se van del todo. Empecé a leer más sobre composición, grabación y demás cosas que un vato con guitarra en mi feed de Instagram me decía que tenía que saber.
«Si no sabes improvisar en C# modo dórico haciendo énfasis en la nota ajena al modo eólico ERES UN PENDEJO, QUEMA TU GUITARRA» — Alguien en Instagram, probablemente.
Hasta que en algún punto vi que Japanese Breakfast, una de mis bandas favoritas, había publicado hace 10 años un proyecto llamado «June», que consistía en escribir 1 canción al día por todo el mes de junio, sin importar lo corta o mal que se escuchara. Recordé también una frase de Aristóteles (perdón por no citar a alguien más moderno) que decía que las cosas que tenemos que aprender las aprendemos haciéndolas. Y decidí hacer algo similar, más cercano a lo que propone February Album Writing Month, escribir 14 canciones durante los 28 días de febrero. Esto igual era mucho para alguien que no estaba acostumbrado a componer, por lo que con que lograra tener 14 ideas de canciones era una certeza de que al menos había una parte de mí que podía hacer lo que nunca intenté.
Y de ahí salió febrero.
Definitivamente no hay coherencia entre las canciones, siento que hubo influencias de todas mis etapas de la vida, pero puedo decir que todo el proceso fue un 80/20 de disfrutar y frustración, lo cual fue mucho mejor de lo que esperaba. Casi todas las canciones están en inglés y puedo asegurar que no es por un rechazo hacia nuestro bello idioma español, pero de alguna manera siento que la letra no queda tan expuesta cuando no se puede reconocer inmediatamente, una manera de esconderme pues. También el malinchista en mí está acostumbrado a una vida de escuchar bandas de afuera y quizás fue más natural para mí escribir así.
Traté en no detenerme en intentando arreglar detalles, porque a final de cuentas me iba a llevar al mismo punto en el que estaba antes. Tenía que aprovechar el tiempo que me quedaba después del trabajo, correr, hacerle saber a mi familia y amigos que estaba vivo y jugar Halo Infinite. Y a pesar de que hay algunas canciones que no me gustaron, me quedo con las que siento que puedo trabajar y que puedo basarme para seguir adelante con este proyecto.
Si de algo sirve todo esto y si alguien siente que está estancado o no se siente capaz de realizar algo que se sale del concepto que pensamos que los demás tienen de nosotros, sólo puedo decir que vale la pena intentarlo.
Gracias a Ángel por ayudarme con la página y ser de las únicas personas de este país que siguen jugando Halo Infinite. ¿Que por qué no hice la página yo?
